sábado, 27 de agosto de 2011

CCCV ANIVERSARIO DEL MILAGRO DE NUESTRA SEÑORA DE LAS LÁGRIMAS


Estampa de la imagen milagrosa de Nuestra Señora de las Lágrimas, Patrona de Cabezo de Torres. Al fondo se ve parcialmente la casa en donde ocurrió el milagro.


CCCV ANIVERSARIO DEL MILAGRO DE NUESTRA SEÑORA DE LAS LÁGRIMAS
Este año celebramos el CCCV aniversario del Milagro de Nuestra Señora de Las Lágrimas, Patrona de Cabezo de Torres. Y quiero aprovechar la oportunidad que me ofrece la Comisión de Fiestas de nuestra pedanía para refrescar lo que sucedió en nuestro pueblo cuando era poco menos que un caserío.
La Patrona de Cabezo de Torres es la Virgen de Las Lágrimas. El título se le dio a un busto de la Virgen de los Dolores que milagrosamente lloró en agosto de 1706. Según los numerosos documentos que hay sobre este Milagro, los hechos acontecieron así:
Ocurrió el suceso el día 8 de agosto de 1706, en la huerta de la ciudad de Murcia, al levante de la misma, como a una legua de distancia, poco más o menos, cuando las tropas del conde de Santa Cruz de Los Manueles se disponían a atacar a las leales a Felipe V que habían sido reforzadas por la columna enviada por el duque de Verwick, al mando del mariscal D. Francisco Gutiérrez de Medinilla.
A un cuarto de legua del sitio donde se hallaban acampadas las tropas de Medinilla, en el partido de Monteagudo, vivía el honrado labrador Francisco López Majuelo, hombre conocido en aquellos contornos por sus buenas costumbres y piedad acendradísima. Pasado el mediodía una criada subió a limpiar una habitación en donde había dos imágenes de la devoción familiar. Una de María Santísima de Los Dolores y otra de su Santísimo Hijo, ambas asentadas en tablas bastardas de yeso, de medio cuerpo, como de media vara de altura (unos 35 centímetros) colocadas sobre unos manteles y protegidas por sendas urnas de cristal.
La criada observó que el rostro de la Virgen estaba acongojado, que tenía la frente sudorosa y que de los ojos brotaban gruesas lágrimas. Llena de espanto y temor bajó a llamar a los amos y efectivamente, todos vieron llorar la imagen.
Acudieron los vecinos más cercanos a quienes habían avisado del hecho y rápidamente se fue corriendo la noticia por la huerta llegando hasta el hogar de Francisco más labradores y hortelanos para ver el prodigio.
Habiendo pasado un buen rato, ya sin temor al peligro que suponía la llegada de las tropas del Archiduque, se reunieron allí gran número de moradores de los caseríos inmediatos. Cuando mayor era la concurrencia, todos los presentes pudieron comprobar que de nuevo la Santísima. Virgen comenzaba a sudar y las lágrimas corrían por sus mejillas como gruesas perlas. Se mantuvo el fenómeno hasta pasadas las cuatro de la tarde. Nadie quería moverse de allí y todos tenían los ojos bañados en lágrimas de ternura y devoción.
Hacia las nueve de la noche se ponen a rezar el rosario. Por tercera vez vuelve a llorar la Virgen. En esta ocasión por espacio de una hora.
Al día siguiente, 9 de agosto, las tropas leales a Felipe V acamparon cerca de la casa de Antonio López pues el día anterior habían mantenido un sangriento encuentro en las inmediaciones de Monteagudo. Enterados de lo sucedido, acudieron los oficiales, soldados y capellanes del regimiento. Estaban presentes muchos caballeros llegados de la ciudad de Murcia y otras muchas personas de la mayor categoría y todos fueron testigos de que la Virgen sudaba tan abundantemente que el agua salía por debajo de la urna de cristal, empapaba los manteles y luego caía al suelo, siendo necesario poner unos vasos para recoger el copioso sudor y las lágrimas
Por la noche, hacia las doce, llegó el Obispo de Cartagena D. Luís Belluga. Cuando subió para ver la imagen, el llanto había cesado. No obstante había huellas y señales en el rostro de una forma especial, sobre todo en la mejilla derecha. La urna estaba húmeda. Los manteles empapados. El obispo se arrodilló, hizo oración y, luego sacó a la Virgen de la urna, la registró, comprobó que era de yeso, limpió con un lienzo parte de las señales de las lágrimas que había en la cara de Virgen y quedó convencido de que era imposible un fraude. La depositó de nuevo en la urna y, junto con la imagen de su Hijo, la transportó hasta una casa contigua, en la que se tenía que hospedar. En dicha casa había una pequeña ermita, también dedicada a la Virgen de los Dolores. Allí dejó ambas imágenes durante dos días, en los que el obispo no se separo de ellas, mientras preparaba el traslado a la ciudad de Murcia.
Entretanto la gente de Murcia se enteró de lo sucedido, y acudían en masa para admirar el prodigio. Pero aunque siempre había observadores para ver si el llanto de la imagen se repetía, ya no se dio más.
Belluga, preocupado por demostrar que aquello no era un engaño, mandó llamar a un Provisor, el cual junto con un notario y el Fiscal del obispado redactaron un informe de lo ocurrido interrogando a gran número de testigos de toda clase.
Belluga también mando avisar a varios peritos en yeso, barnices, pinturas, etc. Durante dos días los expertos estudiaron la imagen, su composición y cuanto consideraron necesario para elaborar un informe para intentar explicar lo sucedido.
El cabildo de Murcia escribió un billete, (una carta) al Obispo pidiéndole encarecidamente que la imagen de la Virgen de las lágrimas milagrosas fuese colocada en la iglesia Catedral. Todo el cabildo estaba dispuesto a llevarla en procesión desde la ermita en donde se encontraba hasta la Catedral.
El traslado de la imagen se hizo el día 11 de agosto por la noche en una solemne procesión. El obispo llevaba las dos imágenes y los manteles. En el trayecto los huertanos se agolpaban para entre rezos ver la comitiva que fue recibida a las puertas de Murcia por el Cabildo, pese a las desavenencias existentes entre el mitrado y el cabildo. Todo tuvo una solemnidad extraordinaria.
Imágenes y manteles fueron depositados por Belluga en su oratorio particular y la entregó al cabildo el día 25 de ese mes de agosto. Reunido en sesión el cabildo el día 29 de agosto acordó ubicarla, en espera de un lugar definitivo, en el altar mayor, donde permaneció durante la guerra de Sucesión a modo de rogativa.
Belluga no quería separarse de la imagen milagrosa y los manteles, aunque en su ánimo estaba entregar la imagen a la Congregación de Filipenses para que la custodiasen. La fundación quedó acordada con los Filipenses el Viernes de Dolores de 1713. Se les donó la imagen. Pero no la retiraron, ya que había una cláusula que ponía como condición para retirarla el disponer de iglesia propia donde darle culto.
Sin embargo, la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, tuvo iglesia en Murcia como se recoge en el libro “Murcia Mariana” escrito por Javier Fuentes y Ponte: “existe en Murcia la Iglesia de San José, antes de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri”. Al hacer el inventario de los objetos artísticos que contiene dicha iglesia, dice que en uno de los altares hay una urna que contiene una estatua de san Felipe Neri. Y sigue: “sobre esta urna, sujeto a la pared y guarnecido de un marco magnífico formado con buenas tallas doradas, hay un cuadro en lienzo de 1’21m. de altura por 78 centímetros de ancho, en cuyo tercio inferior figuran unas nubes, y tres querubines sostienen un busto de tamaño natural, la Dolorosa o Virgen de las lágrimas, y dos niños ángeles, contristados y llorosos parecen llorar y descorrer uno a cada lado el cortinaje para que pueda contemplarse la imagen, mientras cuatro querubines desciende volando sobre la cabeza de la dolorida madre. Este cuadro parece pintado por Campos o Sánchez”.
El motivo definitivo por el que los Filipenses no se llevaron la Imagen de la Virgen se desconoce por completo. Tal vez el propio Belluga no quiso desprenderse de la Reliquia. La imagen de Ntra. Sra. de las Lágrimas se mantuvo en la Catedral, siendo posteriormente trasladada a la capilla de san Andrés, una de las más interesantes de la Catedral que había sido fundada en el año 1430 por el notario de la Ciudad D. Juan Caballero.
El obispo, con los datos del examen de los peritos en la mano, con las declaraciones juradas de los testigos, con el informe del Provisor, el Notario y el Fiscal, inició los protocolos para la declaración del milagro. Reunida la Junta de Teólogos y Barones Píos y vista la causa se informó de modo favorable, el 18 de agosto de 1706 publicó una Pastoral conforme al Concilio de Trento y declaró que las lágrimas eran milagrosas. En la Pastoral tras una introducción en que habla de lo que ha visto, de los exámenes realizados, de los veinticuatro testigos cualificdos que han testimoniado y de la opinión de los teólogos, concluye: “…declaramos por milagrosas dichas lágrimas, y sudor, y digna de veneración y culto la Sagrada Reliquia de los Manteles, donde corrió el sudor y las lágrimas.”
Hasta aquí este artículo sobre el milagro de Nuestra Señora de las Lágrimas. A lo largo de los años he ido recogiendo información sobre todo lo referente a nuestra Patrona, tanto de la imagen milagrosa como de la imagen de procesionar. Toda esta información ya tiene forma de libro, incluso está preparado el prólogo a cargo del Ilmo. Sr. D. José Antonio Melgares Guerrero, Cronista Oficial de Caravaca de la Cruz y Presidente de la Asociación de Cronistas Oficiales de la Región de Murcia. Estoy buscando financiación para los gasto de imprenta, y espero que muy pronto esté publicado y todo el mundo pueda disfrutar leyendo tantas cosas interesantes como hay sobre nuestra Patrona.
También os comunico que tengo un blog, Crónicas de Cabezo de Torres, en donde voy subiendo a Internet los artículos que me publican en diferentes medios. También recojo noticias y acontecimientos en los que participo como Cronista Oficial de Cabezo de Torres o en mis labores de investigador, escritor, poeta y fotógrafo aficionado.
Esta es la dirección: http://crnicasdecabezodetorres.blogspot.com/
En facebook he abierto la página Cabezo de Torres en imágenes en donde voy subiendo las fotografías que realizo sobre nuestro pueblo para darlo a conocer.
http://www.facebook.com/profile.php?id=100001187343188&sk=info#!/pages/Cabezo-de-Torres-en-im%C3%A1genes/160401117348829?sk=info
Como siempre os brindo mi ayuda, y solicito la vuestra, para seguir con la tarea de recopilar, estudiar y luego difundir todo lo referente a Cabezo de Torres y sus gentes.
Os deseo unas muy felices Fiestas Patronales 2011


Juan Vivancos Antón
CRONISTA OFICIAL DE CABEZO DE TORRES


Portada del libro de anuncios y programa de fiestas patronales 2011 de Cabezo de Torres

Artículo publicado en el libro de anuncios y del programa de fiestas patronales de Cabezo de Torres en 2011 publicado por la Comisión de Fiestas del citado pueblo

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